Mertxe y Lira
Mi perrita Lira, una galga adoptada, comenzó de forma brusca a cojear de la pata delantera izquierda, acompañada de atrofia muscular. No había antecedentes de traumatismo ni de enfermedades infecciosas con anterioridad. Acudí al veterinario, le hizo analíticas de sangre, radiografías...no se encontró ninguna lesión y nos derivó al especialista en neurología. A la exploración éste no objetivó nada anormal y le realizó un TAC, los resultados no fueron concluyentes y tampoco explicaban la sintomatología. Se inició un tratamiento con corticoides y analgésicos, "a ciegas". La mejoría fue muy leve en cuanto a la cojera, y el ánimo que mostraba la perra era muy bajo.
Pedí ayuda a Gemma, se puso en contacto telepático con Lira, visualizó situaciones reales que yo no le había transmitido, e incluso dio pistas de lo que estaba ocurriendo, y realizó sanación a distancia tres días consecutivos, desde el primer momento la perrita comenzó a mejorar. Ahora no cojea, está más contenta y activa y ha recuperado la falta de energía que mostraba.
Le agradeceré siempre su ayuda.
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