Axel y Patou
Patu comenzó a tener un comportamiento violento con algunos de los animales de la granja hasta incluso llegar a herirles o matarles. Todos los educadores nos dijeron que era imposible hacer algo una vez hecho el ataque, que no había manera de parar el instinto (al haber probado la sangre animal). Nos dijeron esto hasta que Gemma se cruzó en nuestro camino
Gemma se dedicó en cuerpo y alma con las comunicaciones y los tratamientos a Patu. Nos permitió comprender su comportamiento que era totalmente nuevo y que venía de un sentimiento profundo de rechazo, de ansiedad y de instinto. Gemma trabajó todo ello y explicándole los límites que Patu debía tener para poder vivir en comunidad en la granja.
Patu recibió numerosos tratamientos de Gemma al mismo tiempo que sesiones de Reiki, lo que le permitió en poco tiempo estar más tranquilo, sereno, con menos ansiedad y también de cambiar de comportamiento ante los otros animales y ante nosotros.
Ahora se queda fuera de las barreras cuando ve a los animales, e incluso ayuda de nuevo a hacerles entrar en la granja. Le sentimos mucho más relajado y sin agresividad hacia los animales.
Gracias por tu ayuda y por tu entrega hacia Patu
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